Qué es SEO
Supongo que habrá muchas personas que se preguntarán qué es eso del SEO (Search Engine Optimization), sigla que uno se puede encontrar con facilidad si navega frecuentemente por internet. Sintetizando, se entiende por SEO el conjunto de estrategias que permiten optimizar la estructura de una web con el fin de mejorar su posicionamiento en buscadores, especialmente en Google, que es el más importante y, por ende, el que cuenta con más usuarios que realizan búsquedas diariamente. Y ¿a qué me refiero cuando hablo de posicionarse adecuadamente en la Red? Pues, sencillamente, a aparecer en las primeras posiciones de la lista de contenidos que el buscador proyecta cuando un internauta realiza una búsqueda determinada. Por descontado, todo el que crea contenidos digitales desea posicionarse en la primera página del buscador (preferiblemente en los primeros diez puestos), sobre todo las empresas cuyo negocio depende en gran medida de la estrategia y el marketing digitales.
Dicho esto, conviene señalar que las tareas que comprenden el SEO (la consultoría SEO) persiguen exclusivamente mejorar el tráfico orgánico de una web; esto es, aumentar el número de visitas al portal como consecuencia de búsquedas espontáneas. Por tanto, hay que diferenciar las estrategias SEO de las estrategias SEM (Search Engine Marketing); estas últimas incrementan el tráfico de una web invirtiendo dinero en publicidad, especialmente en Google Adwords; me explico: se trata de seleccionar palabras clave que los internautas buscan a menudo en internet, muy relevantes para el tipo de negocio de la empresa, y pagarle a Google un canon a cambio de que el buscador sitúe el contenido de la empresa (un anuncio) en las primeras posiciones cuando los usuarios realicen esas búsquedas predeterminadas. Las estrategias SEM, como es obvio, generan visitas rápidamente; pero estas visitas no son gratuitas (de hecho, un clic en un anuncio puede resultar bastante caro; y no es más que un clic). Las estrategias SEO, en cambio, generan visitas gratuitas (aunque tardan varios meses en dar resultados). Lo ideal, desde luego, es lograr que aumente considerablemente el número de visitas espontáneas a una web, debido a tres motivos: en primer lugar, cada una de ellas no supone un coste desmesurado para el titular de la web; en segundo lugar, son visitas persistentes, que se mantienen a lo largo del tiempo si no se descuida la estrategia de posicionamiento; y, en tercer lugar, aparecer en las primeras posiciones del buscador de forma natural, sin un letrero que indique que se ha pagado por ese privilegio, refuerza la imagen pública de la web y, por consiguiente, de la empresa que la ha creado como pieza esencial de su negocio.
Por todo lo expuesto, en la actualidad cada vez son más las empresas (o los empresarios autónomos) que se interesan por dotar a su negocio de una buena estrategia de posicionamiento en buscadores. Se han dado cuenta de la importancia del tráfico orgánico de calidad; de lo mucho que ha aumentado la competencia en este sentido durante el último lustro. Y, obviamente, no quieren quedarse atrás. Es en este contexto en el que cobra relevancia la figura del consultor SEO, un técnico especializado que conoce en profundidad las estrategias necesarias para optimizar una web y llevarla a lo más alto en la jerarquía de los buscadores de internet.
Expondré cada una de estas estrategias en un próximo artículo de la serie SEO.
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